Estos son los puntos que debes revisar al comprar autos usados. Si todo marcha bien no tendrás dolores de cabeza en el futuro.
Comprar
autos usados es muy recomendable, especialmente si tienes un presupuesto limitado o no quieres adquirir compromisos financieros significativos.
Ello se debe a que hay una oferta variada en el mercado y su valor comercial es menor que el de los cero kilómetros, pues estos pierden aproximadamente
el 20% de su valor al salir del concesionario.
6 aspectos clave a considerar durante el proceso de inspección
En la
compra de autos usados puedes correr el riesgo de adquirir un vehículo deteriorado, que ha sido estrellado o con problemas legales. Pero no te preocupes, notarlo es muy sencillo. Solo debes tener en cuenta estos factores:
1. Revisa el historial de mantenimiento
Este documento te proporciona visibilidad completa de cómo se han cuidado los
autos de segunda mano a lo largo de su vida: servicios de mantenimiento preventivo, reparaciones, piezas cambiadas, cambios de aceite, revisiones, etc.
Al revisarlo con detalle, puedes determinar si han tenido problemas mecánicos graves o no, así como la forma en que fueron solucionados.
2. Realiza una prueba de manejo
Al comprar
autos usados debes pedirle al vendedor que te permita conducirlo. De esa manera, podrás evaluar cómo se comportan el motor, la transmisión, la dirección, los frenos y demás componentes del automóvil.
Además, la prueba de manejo te proporciona información valiosa sobre el confort al conducir, la comodidad del auto y la funcionalidad de sistemas y accesorios.
3. Haz una inspección pre-compra de auto (mecánica)
Los
autos de segunda mano pueden tener problemas que puedes identificar mediante una revisión técnico-mecánica minuciosa. Esto implica examinar todos los componentes del vehículo y prender las alertas en los siguientes casos:
- Fluidos en niveles incorrectos o en malas condiciones.
- Fugas de fluidos.
- Correas y mangueras en mal estado (sin grietas, desgaste o signos de deterioro).
- Fugas o daños en el sistema de escape (óxido, corrosión, fugas, ruidos raros).
- Conexiones eléctricas o cables sueltos o corroídos.
- Batería en mal estado.
- Golpes, traqueteos o ruidos raros en el motor.
- Vibraciones excesivas.
- Humo negro, azul o blanco por el escape.
- Olores inusuales, como aceite quemado o combustible.
En este punto, también es recomendable realizar un escaneo mediante el puerto de diagnóstico OBD-II. Al hacerlo, obtienes códigos de error asociados a problemas ocultos del vehículo.
4. Lleva a cabo una inspección pre-compra de auto (visual)
Revisa la carrocería. Lo ideal es que no presente abolladuras, golpes, rasguños, óxido, pintura descolorida, ni cualquier otro daño visible. Además, verifica las líneas puertas, capó, maletero y demás se alinean correctamente. Las desalineaciones son indicadores de accidentes o reparaciones complejas.
También tienes que asegurarte de que las llantas, rines, cristales, limpiaparabrisas, luces y chapas se encuentran en perfecto estado.
5. Verifica el kilometraje
Los expertos dicen que,
entre los 0 y 100.000 kilómetros, las piezas esenciales de un vehículo han sufrido un desgaste menor. Si ha tenido el mantenimiento adecuado, es poco probable tener problemas mecánicos graves.
De ahí para arriba, el riesgo incrementa de forma progresiva, pero hay autos con hasta 300.000 kilómetros que funcionan a la perfección, porque han sido muy bien cuidados.
6. No olvides el estado legal del vehículo
Asegúrate de que el auto no tenga restricciones a la propiedad ni multas de tránsito. Y que se encuentren al día el permiso de circulación, el SOAP y los certificados de revisión técnica y de inscripción o padrón.
Teniendo en cuenta estos factores, mitigas al mínimo los riesgos asociados a la
compra de autos usados.
Sin embargo, puedes ir a la segura comprando directamente en una automotora de confianza, como la de
Sergio Escobar. Esta te garantiza que los vehículos que comercializa fueron revisados en cientos de puntos mecánicos y se encuentran al día en términos de documentación legal.